LA LECTURA COMO ANTÍDOTO DE LA IGNORANCIA

PeriodismoPerú.com.- El 23 de abril de cada año se celebra el Día Internacional del Libro. Precisamente, uno de los objetivos de conmemoración de dicha fecha fue fomentar la lectura, sin embargo, este loable objetivo no se ha alcanzado en nuestro país y representa uno de los problemas más perjudiciales para nuestra sociedad.
Según el Work Culture Score for Reading, NOP World Culture Score(TM) Index Examines Global Media Habits del año 2015 (http://chartsbin.com/view/32136), el Perú está en el grupo de países que tiene la menor cantidad de horas dedicadas a la lectura (menos de 4 horas a la semana). A nivel mundial, la India ocupa el primer lugar (10,7 horas semanales), mientras que Venezuela es el país que lidera en Sudamérica el ranking con consumidores con más probabilidades de pasar tiempo leyendo (entre 6 y 7 horas a la semana).
Hace algunos años, un gerente de un grupo editorial señaló que nuestro nivel de lectura es muy bajo, pues mientras en Europa se lee en promedio 25 libros por persona al año, y en Argentina 5, en Perú no se llega a un libro por persona en 12 meses.
Peor aún, según un estudio comparativo del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC), Perú lidera, tristemente, el ranking de los “no lectores”, pues un alto 65 % de peruanos reconoce que nunca lee un libro.
Esto se relaciona con el pésimo lugar en el que se encuentran nuestros estudiantes tras las evaluaciones Pisa de comprensión lectora a nivel mundial.
Pero si muchos no terminan ni siquiera de leer una simple columna como esta (que tiene, en promedio, 2,500 caracteres con espacios), leer un periódico de 20 páginas se torna todo un reto y ni qué hablar de un libro de 200 páginas, que sería una verdadera hazaña.
Y no hay excusa que valga, porque el que quiere leer lo hace. La falta de tiempo que se aduce por las horas que dedican al trabajo, a la familia, etc., no pueden ser excusa para dejar de leer. Solo se requiere organizar mejor el tiempo, ser disciplinado y tener gusto por la lectura. Si esto último no se logra adquirir desde temprana edad, es por gusto.
Tampoco es excusa el tema económico de aquellos que alegan no tener dinero suficiente para poder comprar libros, pues sin necesidad de adquirirlos en una librería, tenemos la posibilidad de realizar la lectura en las bibliotecas y de descargar, gratuitamente, la versión digital de cientos de miles de libros que están almacenados en la Internet. Solo hay que saber buscar.
La lectura tiene enormes beneficios: no solo quita el estrés, protege la memoria, mejora el vocabulario, activa la imaginación, eleva la creatividad… sino que, además, se convierte en un antídoto súper eficaz contra la ignorancia.
Autor: Miguel D. Jiménez-Torres