¿CÓMO SE ELIGE A LOS MINISTROS?
PeriodismoPerú.com.- No parece una pregunta tan difícil de contestar si tenemos en cuenta los nombramientos que se han realizado desde el inicio del actual periodo presidencial.
Lo primero que hay que reconocer es que los problemas que existen en la elección de los ministros no son exclusivos de este régimen. A lo largo de nuestra historia política siempre se han presentado aciertos y desaciertos, unos más escandalosos que otros.
Lo que ocurre ahora es que las equivocaciones han sido evidentes y se han magnificado, gracias a la campaña mediática que se ha orquestado para desprestigiar y obstaculizar al Gobierno de Pedro Castillo.
De acuerdo con el artículo 122 de la Constitución, corresponde al presidente nombrar y remover a los ministros, a propuesta y con acuerdo, respectivamente, del presidente del Consejo de Ministros (lo cual no necesariamente ocurre, pues Guido Bellido admitió que cuando le ofrecieron el cargo de premier, antes del 28 de julio, varios de ellos ya habían sido escogidos).
Sobre el perfil requerido, el artículo 124 de la misma Carta Magna señala que para ser nombrado en ese altísimo cargo solo basta con ser peruano por nacimiento, ciudadano en ejercicio y haber cumplido 25 años de edad (prácticamente, los mismos requisitos que para ser congresista).
Entonces, no interesa ser especialista en una materia, tener estudios superiores, maestría o doctorado, experiencia profesional, etc., etc. No, para la ley no hay preferencias ni diferencias que parezcan discriminaciones.
Ahora bien, que los requisitos sean muy generales y mínimos no quiere decir que el presidente está obligado a escoger a los peores. Por el contrario, debería optar por los ciudadanos más capacitados y probos en cada campo, para que —por encima de su orientación política o su ideología— puedan gestionar con eficiencia las Políticas de Estado y las Políticas Nacionales.
Tampoco por el hecho de que son funcionarios «de confianza» se puede aceptar que se nombre a cualquier improvisado. Contrariamente, estos servidores deberían ser escogidos por sus altas cualidades para desempeñar puestos expresamente calificados.
Respecto a la pregunta planteada, me animo a esbozar una respuesta: la elección de los ministros se rige por la «dedocracia» antes que por la meritocracia. Se prefiere la afinidad política antes que la calidad personal y profesional. La selección se realiza entre los poquísimos currículos que el entorno presidencial pone en carpeta y se deja de lado a miles de personas honestas y funcionarios de carrera que laboran en el sector público y privado.
Autor: Miguel D. Jiménez-Torres
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