PALACIO DE GOBIERNO NO ES UNA ESCUELA

PeriodismoPerú.com.- Las recientes entrevistas que el presidente de la República ha brindado a algunos medios de comunicación no dejaron una buena impresión. Las críticas no se han hecho esperar y hasta se ha analizado la postura, los gestos, la forma de poner las manos, etc. para retratar, sin piedad, a la persona que cubre sus debilidades con un sombrero.

Pero si lo ocurrido en las entrevistas periodísticas no fue suficiente, lo dicho por la expremier Mirtha Vásquez termina por retratar lo que sucede en el gobierno: IMPROVISACIÓN, pues mientras en la PCM elaboraban un dosier de datos para entregarle al presidente, Pedro Castillo ya había hablado sin preparación y sin estudio de los temas de actualidad y de aquellos que son necesarios poner en agenda.

Una cosa es aceptar sus carencias como hombre del campo y sus limitaciones de maestro de escuela rural o de sindicalista; y otra, muy distinta, es tener que aceptar que el jefe de Estado, que personifica a la Nación peruana, improvise al punto de caer en lo patético y la indignidad.

Castillo afirmó que no se preparó para ser presidente y que el Perú va a seguir siendo su escuela, que nadie lo puso en un espacio de inducción y que está en un proceso de aprendizaje; sin embargo, lejos de causar lástima, ello provoca rechazo porque Palacio de Gobierno no es una escuela, no es un lugar donde los políticos deben llegar a capacitarse en los rudimentos de la gestión pública.

Por el contrario, los peruanos que tengan la fortuna de ganar una elección presidencial, debería ser porque son los más idóneos para asumir dicho cargo, porque tienen una trayectoria de decencia, probidad y profesionalismo comprobada, porque tienen un programa bien estructurado y un equipo de especialistas, con igual trayectoria, que permitirán desarrollar, con eficiencia, las políticas públicas desde el más alto nivel del Poder Ejecutivo.

Del mismo modo, los ministros de Estado y funcionarios de menor jerarquía deben ser especialistas en la materia a su cargo y con suficiente experiencia en el campo para administrar con acierto los recursos públicos.

Como corolario, considero que para asumir un alto puesto en el Sector Público, como servicio a la Nación, se necesita, primero, ser una buena persona y, luego, ser un buen profesional. Llegar a la Presidencia de la República debería significar un premio a la excelencia, a la preparación constante, a una vida dedicada a las buenas acciones y una oportunidad para demostrar y aplicar todos sus conocimientos y experiencia en favor de toda la población peruana.

Autor: Miguel D. Jiménez-Torres